Ediciones Cristiandad
  • Mi cuenta
  • my carts 0

    Carrito

  • open

Menú principal

  • Inicio
  • Catálogo
    • Novedades
    • Apócrifos
    • Biblia
    • Ciencia y Fe
    • Concilium Revista
    • Debate
    • Espiritualidad
    • Familia y Educación
    • Fenomenología e historia de las religiones
    • Fuera de colección
    • Grandes Predicadores
    • Historia de la Iglesia
    • Literatura Cristiana Antigua y Medieval
    • Obras selectas y homenajes
    • Otros títulos
    • Pensamiento y Teología
    • Sagrada Escritura
    • Teología Sistemática
    • Tesis Doctorales
  • EBook
    • Apócrifos
    • Ciencia y Fe
    • Debate
    • Espiritualidad
    • Familia y Educación
    • Fenomenología e historia de las religiones
    • Grandes predicadores
    • Historia de la Iglesia
    • Obras selectas y homenajes
    • Pensamiento y Teología
    • Teología Sistemática
    • Tesis Doctorales
  • Autores
  • Reseñas
  • Info
    • Atención al cliente
    • Aviso Legal-Política de privacidad
    • Derechos de autor
  • Distribuidores
    • Puntos de venta en España
    • Puntos de venta internacional
  • Blogs
    • Tercera Dimensión
    • Blog de Ernesto Juliá
      • Artículos Varios
      • Álvaro del Portillo
      • Año de la Fe
      • Año Jubilar
      • Año Santo
      • Comentarios Evangelio
      • El hombre y la eternidad
      • Encíclica
      • Ensayos teológicos
      • Javier Echevarría
      • Jerusalén
      • Josemaría Escrivá
      • La Biblia
      • La Iglesia hoy
      • La Virgen Santa María
      • Navidad
      • Pasajes del Evangelio
      • Pecado
      • Semana Santa
      • Sínodo
      • Temas de actualidad
      • Textos para meditar
  • Newsletter
Inicio / 2011 / diciembre / 15 / ¿Una “civilización” sin Dios?

Blog

Introduce el libro que buscas
Blog de Ernesto Juliá, Temas de actualidad

¿Una “civilización” sin Dios?

15/12/2011 Leave a response Ernesto Juliá Tags: civilización, Dios, Europa, políticos

¿Una “civilización” sin Dios?

 

En estos días, y en diferentes medios de opinión, he visto comentarios a una conferencia del profesor inglés,  Mathhew Fforde, converso católico, sobre la situación actual de la sociedad europea.

En el texto de la exposición, hay una referencia explícita a Inglaterra, de la que se afirma que, en los últimos 50 años se ha producido “una caída generalizada de la asistencia a la Iglesia, del contacto de la gente con el cristianismo organizado, de los matrimonios religiosos y de la asistencia a las escuelas dominicales y del peso de la religión en la política”. Afirmaciones semejantes se pueden hacer de cualquier otra sociedad europea,

Lógicamente, las referencias al materialismo, al relativismo, al individualismo, son frecuentes a lo largo del texto; y es lógico y normal que sea así. Los análisis, y las exposiciones sobre la decadencia profunda de la civilización, impregnada de cristianismo, vigente un tiempo en Europa se han multiplicado por doquier.

Y ya es casi un lugar común, concluir el análisis señalando que el individualismo, egoísmo, lleva a una “descomposición de los lazos comunitarios; a “una crisis de la institución de la familia”, acompañada del aumento de divorcios, del descenso de los matrimonios, y lógicamente del número de nacimientos. Estos analistas son conscientes de que una vez superada la cuestión del trabajo y de la producción, la crisis económica actual, la sociedad seguirá con la misma degradación que hoy.

¿Vale la pena seguir analizando lo que ya desde  hace más de un siglo era una realidad latente, que salió a la superficie como una verdadera explosión sólo después de la Segunda Guerra Mundial? Quizá no. Esa decadencia no es más que el fin anunciado de los diferentes intentos de construir una “civilización sin Dios”.

Pero quedarse en el pesimismo no es una solución adecuada para el ser humano, “creado a imagen y semejanza de Dios”; y mucho menos para un cristiano, llamado a dar esperanza a todas las naciones, a todas las civilizaciones, llevando a todas la luz de la Resurrección de Cristo. Siempre queda en la sociedad europea, y más vivo de lo que algunos piensan, un “resto” sobre el que se está comenzado ya a construir la futura sociedad.

Ese “resto” –familias y escuelas, fundamentalmente, sostenidas por el espíritu de Cristo-, es la levadura de toda la masa, de toda la sociedad. El “resto de los que “creen en Dios”

“La Iglesia acompaña al Estado en su misión; quiere ser como el alma de ese cuerpo, indicando incansablemente lo esencial: Dios y el hombre”. No quiere más. Libertad para anunciar el Evangelio. La Iglesia no quiere “poder”; anhela que el hombre no pierda el horizonte terreno y eterno de su vida

Tanto de Dios como del hombre, se ha olvidado nuestra sociedad que quiere reducir al hombre a un puro juego de neuronas, de reacciones químicas, y quiere reducir hasta el amor, cariño, a una madre enferma en pura reacción “fisiológica de compensación de instintos”.

Ante esta ceguera –todos tenemos la libertad de arrancarnos los ojos para no ver lo que pone delante de nuestra inteligencia la realidad de la creación, del Creador-; ante el último intento materialista de reducir al hombre a “lenguaje, cooperación social y pericia tecnológica”, Benedicto XVI recordó a los dirigentes africanos, antes de salir de Benín:

“Desde esta tribuna, hago un llamamiento a todos los líderes políticos y económicos de los países africanos y del resto del mundo. No privéis a vuestros pueblos de la esperanza. No amputéis su porvenir mutilando su presente. Tened un enfoque ético valiente de vuestras responsabilidades y, si sois creyentes, rogad a Dios que os conceda sabiduría. Esta sabiduría os hará entender que, siendo los promotores del futuro de vuestros pueblos, es necesario que seáis verdaderos servidores de la esperanza. No es fácil vivir en la condición de servidor, de mantenerse íntegro entre las corrientes de opinión y los intereses poderosos. El poder, de cualquier tipo que sea, ciega fácilmente, sobre todo cuando están en juego intereses privados, familiares, étnicos o religiosos. Sólo Dios purifica los corazones y las intenciones”.

¿Volverán a rezar a Dios los políticos en Europa, como hicieron, entre otros, sus antepasados que comenzaron el proceso de una Europa unida, De Gasperi, Adenauer, Schuman?

 

Ernesto Juliá Díaz

ernesto.julia@gmail.com

Comparte esto:

  • Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
  • Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
  • Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)
  • Haz clic para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva)
  • Haz clic para compartir en Telegram (Se abre en una ventana nueva)
  • Haz clic para compartir en Skype (Se abre en una ventana nueva)
  • Haz clic para enviar por correo electrónico a un amigo (Se abre en una ventana nueva)
  • Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva)

Relacionado

← Previous Next →

Siguenos en Facebook

Libros destacados

  • Humanismo cívico (eBook) 12,00 €
  • Jesús, el hombre que era Dios Gallo, Max Jesús, el hombre que era Dios 23,00 €
  • Lo Divino y lo humano en el universo de Stephen Hawking 19,50 €
  • Nuevos cristianos de Europa Nuevos cristianos de Europa 18,00 €
  • El nos amo primero G Él nos amó primero 17,90 €
  • Como ser un buen padre Como ser un buen padre. Casos prácticos 19,50 €
  • El papa Francisco responde 23,00 €
  • Dejad que Cristo os gúie Dejad que Cristo os guíe 17,80 €
  • Señor del mundo Benson, Robert H. Señor del mundo 19,50 €
  • Cartas a un joven católico Cartas a un joven católico 17,50 €

Entradas recientes

  • Nuestra estrella es Cristo 04/01/2021
  • Ante el Misterio 12/12/2020
  • ¿A qué cultura hay que abrirse? 10/10/2020
  • Una santa Primera Comunión 22/09/2020
  • Abuelo, por favor, no te mueras 15/09/2020

Etiquetas temáticas

actualidad antiguo Antiguo Testamento antropología apócrifos Benedicto XVI biblia catolicismo Concilio Vaticano II cristianismo Cristianos Cristo Diccionario Dios Economía Educación educar escatología etiquetadelibro Evangelio Evangelios familia fe filosofía hermenéutica hijos historia hombre Iglesia Jesús Judios Kant Liturgia Lucas matrimonio Nuevo Testamento Oración Padre religiones religión revelación Sagradas Escrituras San Juan Teología testamento

DÓNDE ESTAMOS

Ediciones Cristiandad

C/ Gabriel Lobo 6, 1º dcha.
28002 Madrid

info@edicionescristiandad.es+34 91 781 9970

Carrito

  • Atención al cliente
  • Aviso Legal-Política de privacidad
  • Derechos de autor
  • Puntos de venta internacional
  • Puntos de venta en España
  • Autores
  • Newsletter
  • Blog de Ernesto Juliá
  • Distribuidores
  • Catálogo
Este sitio web utiliza cookies propias y de terceros para optimizar su navegación, adaptarse a sus preferencias y realizar labores analíticas.
Al continuar navegando acepta nuestra Politica de Cookies.Aceptar Read More
Privacidad y política de cookies

Privacy Overview

This website uses cookies to improve your experience while you navigate through the website. Out of these, the cookies that are categorized as necessary are stored on your browser as they are essential for the working of basic functionalities of the website. We also use third-party cookies that help us analyze and understand how you use this website. These cookies will be stored in your browser only with your consent. You also have the option to opt-out of these cookies. But opting out of some of these cookies may affect your browsing experience.
Necesarias
Siempre activado

Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.

No necesarias

Any cookies that may not be particularly necessary for the website to function and is used specifically to collect user personal data via analytics, ads, other embedded contents are termed as non-necessary cookies. It is mandatory to procure user consent prior to running these cookies on your website.

loading Cancelar
La entrada no fue enviada. ¡Comprueba tus direcciones de correo electrónico!
Error en la comprobación del correo electrónico. Por favor, vuelve a intentarlo
Lo sentimos, tu blog no puede compartir entradas por correo electrónico.