¡Resucitó!
¡Resucitó! La vida de los habitantes de Jerusalén siguió como de costumbre. No pocos habrían olvidado ya la crucifixión que vieron hace apenas un par de días. Todo acabado. Ni siquiera los cazadores de noticias curiosas habrán dado el más mínimo relieve a unos rumores salidos de la boca de unas cuantas mujeres: Jesús, ¡ha …
Debe estar conectado para enviar un comentario.