La puerta cerrada nos hace daño, Jesús es la puerta que nos abre el camino hacia Dios.
«Encontrar cerradas las puertas» es una «entre las experiencias más negativas de los últimos decenios», mientras las «puertas que se quedan abiertas» son «símbolo de luz, amistad, alegría, libertad, confianza». Comienza con ese contraste la carta que el cardenal Jorge Mario Bergoglio dirigía a la archidiócesis de Buenos Aires por el Año de la Fe, …